jueves, 9 de abril de 2009

10 preguntas sobre Malvinas

La guerra de Malvinas es uno de los puntos más difíciles y complejos de asimilar y recordar y, mucho más, de lograr explicarles a los hijos e hijas. Por eso, un especialista en pedagogía de la memoria relata cómo los argentinos fueron expulsados de su territorio en 1833 en un símbolo de colonialismo y sintetiza la trama que impulsó a Leopoldo Galtieri a provocar un conflicto bélico. Pero, fundamentalmente, apunta a diferenciar Malvinas de la dictadura, sobre todo, por respeto a los soldados conscriptos. También, se cuenta la emoción de una maratón que se corrió en marzo de este año en las Islas y una historiadora les explica a los chicos/as por qué es feriado el 2 de abril.

Por Federico Lorenz *
1) ¿Las Malvinas estaban en poder de los argentinos hasta la guerra con los ingleses?

Muchos piensan que las Islas Malvinas estaban en manos argentinas hasta que en 1982 llegaron los británicos y nos expulsaron del archipiélago mediante una guerra. Pero, en realidad, una nave de guerra de ese país, en 1833, expulsó a las autoridades argentinas e inició la ocupación ilegal que la Argentina denuncia –todavía– en distintos ámbitos internacionales.

2) ¿Por qué las Malvinas son argentinas aunque las gobierne Gran Bretaña?

Las Malvinas forman parte del territorio argentino y son un fragmento de la provincia de Tierra del Fuego. La situación es un ejemplo de colonialismo, una anacrónica política por la cual estados más poderosos se apropiaron de recursos y territorios de las naciones más débiles o nuevas. En el momento de la usurpación, Gran Bretaña era la principal potencia colonial, y Argentina, en cambio, un país recientemente independizado de España sumido en guerras civiles y débil económicamente.

3) ¿Si la Argentina es grande por qué queremos un pedacito más de tierra y nos importan tanto esas islas?

No se trata de que “si tenemos tanto territorio ¿para qué queremos más?”, sino de una posición ante las situaciones de inequidad entre los países. Esa desigualdad hizo que muchas naciones, mediante el uso de la fuerza, dominaran y explotaran a otras.

4) ¿Por qué la dictadura militar decidió desembarcar en las Malvinas?

Durante muchas generaciones los argentinos aprendieron en la escuela que las Malvinas son argentinas. Los dictadores militares argentinos que decidieron la recuperación, también, aprendieron eso y, cuando buscaron un modo de ganar apoyo popular, decidieron desembarcar en Malvinas, aun a costa de un enfrentamiento con una potencia como Gran Bretaña.

5) ¿Cómo se planificó la guerra con Gran Bretaña?

Los dictadores en el poder, Leopoldo Galtieri y Jorge Anaya, sobre todo, pensaban que mediante un hecho de fuerza obligarían a Gran Bretaña a negociar y nunca previeron la eventualidad de una guerra. El conflicto fue una gigantesca improvisación que se tradujo en que los soldados argentinos enfrentaron a un enemigo abrumadoramente superior, pero también con dificultades de abrigo y alimentación que se agregaron al clima inhóspito y hostil de Malvinas.

6) ¿Por qué si la dictadura era mala la gente salió a la calle a apoyar la acción en Malvinas?

La misma dictadura que masacró a su propio pueblo encabezó un hecho histórico que millares de argentinos consideraron basado en un justo reclamo y que apoyaron, tal vez, con ligereza pero con honestidad, en un país que tenía la participación y las calles negadas desde hacía varios años. Si bien Malvinas se produjo durante la dictadura, no son sinónimos y ésta es la principal tarea que hay que conocer desde chicos.

7) ¿Todos los militares que peleaban en la guerra eran iguales? ¿Qué diferencia hay entre los dictadores y los soldados?

Las Malvinas y la dictadura son dos cosas distintas y esto es muy importante que se comprenda, sobre todo por un elemental acto de justicia hacia los soldados conscriptos, los que no decidieron la guerra pero tuvieron que pelear contra los británicos y a los que llamamos los “chicos de la guerra”. Por eso, es fundamental distinguir entre los autores y conductores de esa decisión irresponsable y los soldados conscriptos, que fueron la mayoría de los que combatieron y que marcharon a Malvinas más o menos convencidos de hacerlo, sobre todo porque les enseñaron que era su deber. Ellos salieron desde distintos lugares de la Argentina: algunas grandes ciudades aunque, principalmente, desde localidades pequeñas y remotas del interior profundo y, en muchos casos, se sintieron parte del país por primera vez durante los días que duró la guerra.

8) ¿Por qué el 2 de abril no hay escuela?

El 2 de abril es feriado, precisamente, para recordar el sacrificio de esos jóvenes. Es el día de los veteranos y caídos en la guerra de Malvinas. Y, por extensión, debería ser una oportunidad para pensar en las familias, que también padecieron la guerra y la posguerra, porque un enfrentamiento armado marca para siempre a las personas. Es una fecha para pensar qué lugar le da la educación a Malvinas y la forma en la que tratamos a los jóvenes antes, durante y después de protagonizar procesos históricos extremos.

9) ¿Qué pasa ahora con las Malvinas?

La primera disposición transitoria de la Constitución nacional establece el derecho argentino sobre las islas y la voluntad de recuperarlas para la soberanía nacional, con respeto por el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional. Este objetivo de la Constitución implica políticas pacíficas de larguísimo plazo.

10) ¿Qué pasó con los isleños después de la guerra?

Una consecuencia de la guerra de 1982 fue que el interés británico por las islas creció y el gobierno de ese país destinó importantes recursos para atender a las necesidades de una población postergada y considerada de segunda hasta entonces, al punto de que los isleños pasaron a ser ciudadanos británicos recién en el año 1983.

* Historiador, coordinador del Area Educación y Memoria, del Ministerio de Educación de la Nación y autor del libro Fantasmas de Malvinas.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Lo que ya no se discute

Según los especialistas, los adolescentes tienen internalizada la democracia y su continuidad no está puesta en duda.


Veinticinco años no es nada. A raíz de la encuesta realizada por el Programa Escuelas y Medios del Ministerio de Educación de la Nación sobre “La cultura democrática de los adolescentes”, varios especialistas en educación consultados por Página/12 coinciden en que la relación entre los jóvenes nacidos después del ’83 y la democracia está “totalmente naturalizada”. Es decir, según docentes, directivos de escuelas y funcionarios nacionales, el sistema democrático para los adolescentes actuales no es un tema de discusión, ya que la continuidad democrática en la Argentina no está puesta en tela de juicio. En tal sentido, las opiniones concuerdan en que las acciones de los adolescentes son totalmente democráticas y sostienen que es la escuela, sobre todo, la que fomenta en los jóvenes esa percepción sobre la democracia.

“Al tener tantos años de democracia ininterrumpida, los jóvenes están formados dentro de la lógica democrática. Un ejemplo claro es la crisis del 2001, en la cual no entraba como posibilidad, para ningún adolescente, la ruptura del orden institucional”, sostuvo el senador y ex ministro Daniel Filmus. “Hay dos cambios importantes que se generaron con la democracia y que, por lo tanto, repercuten fundamentalmente en los chicos escolarizados en la actualidad –destacó–. Primero, al cambiar el orden institucional, se pasó de educar para el silencio y el disciplinamiento en la dictadura a educar en la divergencia crítica con la democracia. Además, la docencia durante el proceso se ejercía a través del autoritarismo y en democracia la autoridad se gana. Y esto se ve en las actitudes de los adolescentes.”

Para Sergio Wischñevsky, director del colegio porteño El Caminante, “tal vez los jóvenes tienen mucha conciencia del derecho o sus derechos en lo concreto, pero lo que no manejan es la idea de la democracia, porque para ellos es un hecho casi natural, como comer o respirar, que no es necesario tematizar”. En tal sentido, el directivo cree que está tan internalizado el sistema democrático para los jóvenes que ante cualquier prohibición institucional la respuesta es negativa. “No se les puede obligar a hacer nada”, sentenció Wischñevsky.

Si bien la discusión sobre la asignatura “democracia” no preocupa demasiado a los adolescentes, para los especialistas consultados sí son democráticas las acciones y las actitudes de los jóvenes dentro de la escuela. Para Alejandra Tabó, maestra de 6º grado de la escuela Nº 22 de la ciudad de Buenos Aires, “no es una preocupación de los chicos si hay democracia o no, porque tampoco hay un estímulo mediático para que se piense la relación entre jóvenes y democracia. Sin embargo, sus conflictos los solucionan de la manera más democrática, mucho más que los adultos”. La docente relató cómo en sus clases los alumnos elaboran un temario, eligen un coordinador, realizan una lista de oradores y votan los temas conflictivos. En el mismo sentido, Gustavo Olivo, director del Colegio Nacional de La Plata, sostuvo que “los chicos elaboran los temas desde maneras distintas que los adultos, pero sí les interesa la discusión, los debates son muy interesantes”. Además, según Olivo, para los jóvenes no es una lejanía el tema de las votaciones, ya que “muchos de ellos sienten que cada vez están más cerca del traspaso a la democracia ciudadana”.

La agenda temática en discusión para los adolescentes cambió de eje. Si antes de la dictadura, en los ’60 o ’70, los debates político-ideológicos estaban en boca de la mayoría de los estudiantes, en la actualidad los temas discutidos y por los que se compromete la mayoría de los jóvenes son, según los especialistas consultados, muy concretos. “Los chicos no son indiferentes, tienen muchas posiciones críticas sobre los temas que les interesan. Pero los temas no pasan de hechos concretos, con sus acciones no les interesa cambiar el mundo. Por eso hacen fiestas para recaudar fondos para una escuelita en Santiago del Estero que necesita útiles o para ayudar a la gente del barrio”, sostuvo Olivo, al mismo tiempo preocupado por algunas acciones poco politizadas de sus alumnos. De hecho, para Olivo, frente al dolor o la injusticia social los jóvenes se mantienen enteramente comprometidos, ya que “por ejemplo con relación a la memoria, sobre todo de los desaparecidos por la última dictadura, los estudiantes están intensamente comprometidos gracias a las charlas que se impartieron en el colegio”.

Según Wischñevsky, “los chicos representan lo que pasa en la realidad social de los adultos, por eso no es raro que las críticas y el descrédito en la política partidaria sea casi general entre los jóvenes”. En tal sentido, actualmente los adolescentes prefieren agruparse y ayudar en una ONG que afiliarse a un partido político. Para Filmus, “el hecho de que todavía sea muy difícil la participación de los estudiantes en cuestiones partidarias es más una respuesta que debe dar la propia política que una solución educativa, puesto que lo que está en crisis es el sistema representativo”.

Informe: Mariana Seghezzo.

Fuente: Página 12

lunes, 25 de agosto de 2008

Nunca Mas






Micro Radial sobre la dictadura militar en Argentina. Material utilizado en el marco de los "Talleres sobre historia reciente". Proyecto de Voluntariado Universitario. UNR.

La historia no terminó

miércoles, 13 de agosto de 2008

Resistencia cultural a la dictadura

Movimiento Teatro Abierto

El 28 de julio de 1981 se inauguró el Movimiento Teatro Abierto, un hito en la resistencia cultural contra la última dictadura militar argentina.

Teatro Abierto reunió a más de 200 autores, directores, actores y trabajadores del teatro (muchos de ellos figuraban en "listas negras") para representar 21 obras breves en el Teatro Picadero. La sala fue incendiada una semana después del estreno pero el ciclo se completó tal como estaba previsto en otro teatro (Tabaris).


fuente: memoria abierta http://www.memoriaabierta.org.ar

viernes, 1 de agosto de 2008

Abuelas: nada más, nada menos

Ilustración de Pablo Bernasconi
Tapa del Mensuario de Abuelas N° 52

lunes, 28 de julio de 2008

Plan Austral


Plan puesto en marcha por el Presidente Alfonsín el 14 de junio de 1985 para atacar frontalmente la inflación. A través de él se creo una nueva moneda, el Austral. Además se congelaban todos los precios de la economía.

El Plan Austral funcionó bien al principio pero en 1986 la inflación volvió a mostrar una tendencia ascendente y los precios relativos de cada sector comenzaron a verse afectados, situación que se vio agravada por la gran caída de los precios de los productos argentinos de exportación (40% en el período). El gobierno anunció entonces una flexibilización de las estrictas normas de congelación de precios establecidas un año atrás que no dio gran resultado.