Caminos...
Todo camino es una desviación.
No importa entonces qué camino se siga.
La idea de llegar es una contaminación del
pensamiento,
la idea de no llegar
hace juego en cambio con la trama de la tierra.
Tal vez fuera oportuno cada tanto
dar vuelta los caminos
o dar vuelta a quienes van por los caminos,
sólo para descompensar las inminencias.
Pero en el fondo es lo mismo:
el camino,
más que camino,
es un lugar,
un lugar para estar en él,
como en todo lugar,
nada más que un momento.
Por otra parte,
todo lugar es también un camino,
aunque soñemos detenernos allí.
No importa entonces qué camino se siga.
La idea de llegar es una contaminación del
pensamiento,
la idea de no llegar
hace juego en cambio con la trama de la tierra.
Tal vez fuera oportuno cada tanto
dar vuelta los caminos
o dar vuelta a quienes van por los caminos,
sólo para descompensar las inminencias.
Pero en el fondo es lo mismo:
el camino,
más que camino,
es un lugar,
un lugar para estar en él,
como en todo lugar,
nada más que un momento.
Por otra parte,
todo lugar es también un camino,
aunque soñemos detenernos allí.
Anónimo
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