lunes, 26 de noviembre de 2007

Pintando un mundo oscuro

Antonio Berni nació en Rosario en 1905 y murió en Buenos Aires en 1981. Durante sesenta años se dedicó a la pintura convirtiéndose en uno de los artistas más importantes de la Argentina y de América latina. Fue pintor, grabador, dibujante, muralista, ilustrador, realizó objetos e instalaciones.

Desde principios de los años sesenta, Antonio Bemi trabaja en una serie nueva. Las obras dedicadas a Juanito L.aguna y Ramona Montiel, dos personajes inventados por él para utilizarlos como símbolos de la niñez explotada en América latina, especial-mente en las grandes ciudades como Buenos Aires, Lima, Río de Janeiro y México.

Se trata de dos habitantes de las villas miserias, esos asentamientos suburbanos surgidos alrededor de los centros industriales en los países en desarrollo, con sus casas precarias y sus habitantes sumergidos en la pobreza y el desamparo.

Juanito Laguna es un niño que vive en una de esas villas miserias y Berni pinta su vida cotidiana, sus juegos, su familia: Juanito mirando la televisión, Juanito remontando su barrilete, Juanito en la laguna, Juanito en navidad, Juanito yendo a la ciudad, Juanito llevándole la comida a su padre obrero metalúrgico. Ramona Montiel es la chica de la villa miseria convertida en prostituta para poder sobrevivir; Ramona aparece rodeada de los hombres que la explotan, Ramona como costurera, Ramona trabajando en el cabaret, Ramona y la adivina, Ramona y su casamiento,
Ramona esperando en la Panamericana.

1 comentario:

danet dijo...

Uhhhh! me siento muy parte de este texto. Fue su obra la q vi por casualidad(..) una vez de chica q había viajado a Buenos Aires y no se porq terminé en el Museo Nacional de Bellas Artes. Fue por el q ese paseíto por el museo se extendió..y mucho. Y fue por eso mismo q mis visitas al mismo se reiteraron..y claro, fue por eso q conocí a otros artistas ´bien de acá´ como Xul Solar. Ah, q alegría, q reconfortante recordar como (quizás por primera vez) sentí al arte como mio, como tuyo, de todos. Me sentí parte, lo sentí real, normal, no fría y sin vida muestra de museo. Q bueno!
Poca reflexión, solo desahogo de la emoción q me dieron este artículo y los recuerdos.
Saludos, q les garue finito rosarinas!